viernes, 26 de diciembre de 2008

Las fiestas...

Que estos días tienen un "algo" especial, lo tienen. No sabría decir qué y, de saberlo, no sonaría nada original. Pero a pesar de todos mis decires, las fiestas me gustan.
Además, si algo tiene de gratificante esta profesión, es la gente maravillosa (lectores, editores, colegas) que se conoce en el camino. Y, justamente, gracias a estos nuevos amigos que me dio la escritura, el fin de año se ha convertido, en este último tiempo, en un momento que espero con ansiedad.
¿Por qué?
Porque las tarjetas que me envían los ilustradores/amigos son verdaderas obras de arte.
Este año he decidido compartirlas con todos ustedes, para que el vuelo de las mismas llegue a los que pasen desprevenidos por aquí.
Son bastantes, pero les prometo que, también, son hermosas.

Con Poly Bernatene venimos haciendo libros desde que comenzamos (allá hace tiempo). Compartimos el Crímenes y Fantasmas, las Agendas Monstruosas y el Buscando al Conde. Estamos, ahora mismo, armando un proyecto maravilloso que no puedo adelantar pero que habla de "cosas que van en la cabeza". Esta es la postal que realizó este año:

A Fernando Rossia me lo presentó Poly. Y ni bien nos conocimos ya supimos que ibamos a hacer un montón de libros juntos. El primero salió como un sueño: mágico y fascinante. Estamos a punto de darle los toques finales para ver si lo podemos publicar. Se llama, claro, "Sueños". La postal del Sr. Rossia es tan bonita como esta que pongo aquí abajo:

Con Gustavo Mazali hace rato que venimos trabajando en cuatro libros de terror para chicos que van a estar mas buenos que comer pollo con la mano y que van a llamarse "Moritz y su abuelo Arcano". Para verlos, habrá que esperar. Pero para deleitarse con su postal no. Aquí va:

Ahora, algunos de la troup del Historias del Olvido...

Raquel Alzate fue la portadista del libro (¡una maravilla!) y en la tarjeta se la ve con su pareja (con quien compartí posiblemente las mas divertidas mesas y charlas de Angouleme hace unos años).

DaniMaiz dibujó unas maravillosas páginas llenas de poesía, y ahora estamos abocados a un libro para chicos que habla de un viaje laaaaaaaaargo (y tremendamente extraño). Miren qué bonita su pintura para estas fiestas:

Con Manu Ortega no solo viajamos al pueblo de Funes en el Historias del Olvido, sino que ahora estamos haciendo una novela gráfica llena de Apocalipsis y Ángeles Caídos. Aquí su postal:

Alex Orbe también estuvo en la maravilla del Historias... aquí se nos muestra lleno de alegría, familia y gatos:


Con Ken Niimura, antes de que se volviera en el magistral diseñador del libro, nos habíamos tomado unas cervezas un hermoso mediodía en Madrid. Por aquellos años no tenía idea de que el camino iba a llevar para tantos lugares juntos, ni que estaría en el plantel de la segunda parte de la saga del Historias del Olvido ilustrando una fábula hermosa. Aquí (avisandonos que no les tengamos miedo al año del toro), su postal:

Con la ilustradora Fer no nos une ningún proyecto pasado ni presente (ojalá que el futuro traiga algún libro bajo el brazo, ¿no?). Aún así, tuvo el bonito gesto de compartir conmigo sus deseos:

Viviana Bilotti me envió sus maravillosas hormiguitas para darme aliento con la belleza de sus trazos (y hacerme recordar, sobretodo, que este año habrá que trabajar como las susodichas...):

Un orgullo, por supuesto, haber recibido una postal del enorme Tute (sin dudas el humorista gráfico que más me emociona en la actualidad) en la que Batu y Tútum no se dan tantas vueltas a la hora de los deseos:

Y Fabián Mezquita (con quien estamos haciendo un hermoso comic en homenaje al más grande realizador de historietas del mundo y que todavía es un secreto total), nos trajo el trazo de la antigua revista The Saturday Evening Post y dibujó a sus dos sobrinas en esta hermosa imagen:Por ahora, eso ha sido todo. Mientras me envíen nuevas, actualizaré este post.

Yo, como no dibujo, me despido con una frase. Pertenece a Carlos Mujica, un sacerdote argentino asesinado en 1974 por fuerzas parapoliciales:


"Cuando los hombres de hoy luchan por extirpar las clases que dividen a los hombres en explotadores y explotados, y se oponen al imperialismo, están reconociendo en la práctica, tal vez sin advertirlo, la fuerza del mensaje que Cristo trajo, hace dos mil años".


Felices Fiestas. Y a seguir remando, que el océano es inmenso.-

jueves, 25 de diciembre de 2008

Capítulo 6: Cuando el Guionista debe Relajarse.

La nave ya no estaba más bajo mis órdenes. Digamos que me había retirado a mis aposentos a esperar a que Infame golpeara la puerta eventualmente y "Lucho, mira, aquí tengo unas páginas nuevas. ¿Qué te parecen?". Desgraciadamente, la distancia —miles de kilómetros— no hicieron posible que aquello sea real del todo, pero el mundo de "la internet" lo hizo posible, veloz, y hermoso.
Todas las semanas le enviaba a Infame mails del tipo:
Muero... Si tan solo... cof... pudiera ver algunas páginas mas antes de partir irremediablemente... Si tan solo...

A lo que él me respondía, exactamente un día antes de que haga una tremenda fiesta de presentación de su libro El Hombre que Vino del Cielo:
cof cof! He estado toda la semana malito. No he podido salir ni nada, pero la semana que viene lojurolojurolojuro que le envio las nuevas páginas. Esta noche de sabado no creo ni ke salga cofcof (a ver si tenemos fiesta presentacion de Corina tambien caballero, con mariachis y todo, vaya preparando el tequila que yo llevo a las cuates).

¡Un descarado!
Éramos dos niños que se lo pasaron en grande en todo el momento de la realización de su primer libro en conjunto. La espera de las páginas, debo decir, no fue desesperante. Sucedía que cada vez que recibía un mail de Infame con el "clispsito" de adjunto, ya comenzaba a sonreir. Y la sonrisa no se iba hasta unas horas después de apagado el ordenador.
Aquí les comparto la portadilla del libro, porque la historia está tan bonita que no podría adelantarles ni una página (aunque, si quieren ver un chapuzón hermoso, visiten la página del Sr. Infame ya mismo):

Intentamos hacer, desde este continente y desde el otro, un camino de "cómo se hizo". Mi parte ya está hecha. Faltará que Infame publique alguna que otra cosa de estos momentos finales de la realización.

Lo que viene serán algunas cosillas como reportajes, juegos y avisos de salida del libro.

Pero la "Bitácora de Realización" de Corina y el Pistolero ha terminado para este guionista.

Porque un buen guionista debe saber —ante todo— cuándo es el momento de callarse y dejarle el timón a un buen dibujante.

Fue un placer caminar con todos ustedes. ¡Nos vemos!

jueves, 18 de diciembre de 2008

Capítulo 5: Final de Espera.

Ante mi mail desesperado, el editor respondió lo siguiente:


No he podido hoy, esta noche seguro, jeje
JORGE

Descubrí, en ese "jeje", que hay verdadero sadismo en esta parte del trabajo de los editores: los autores estamos a su aboluta merced. Depende nuestra vida (a veces no es una exageración) de ellos y de la lectura que hagan de nuestras obras.
Finalmente me escribió un mail muy bonito que no voy a poner en este blog porque me da vergüenza. Decía cosas muy halagadoras para con la historia y para con las maravillas que el Sr. Infame dibujaría. Sí puedo decir que en aquel mail comenzaba con la siguiente frase: "ha sido muy facil leer el guión con la imagen de la colegiala en camisón rondándome a cada momento".
Una vez dado el visto bueno de Jorge Iván Argiz (editor), pasamos a las artes de Infame (ilustrador).
Por suerte para mi salud mental, las respuestas de Infame fueron inmediatas y su trabajo no se hizo esperar.
Tuvimos una infinidad de mails donde nos recomendábamos películas para ir viendo la cuestión de escenarios y esas cosas (finalmente Infame decidió hacer la historia en México, y esa decisión fue un golazo). Mientras charlábamos de cosas que "rodeaban" a la historia, me envió dos dibujos.
La obra se llama "Corina y el Pistolero", ¿verdad?
Pues bien, por aquellos días Infame me envió a
Corina

y al Pistolero:


Fue en ese momento que vi a estos personajes por primera vez en mi vida. Fue, también, el momento en que me di cuenta que los conocía desde siempre.

Queda en ustedes imaginarse mi alegría. El guión que yo había escrito tenía personajes.

Y, poco a poco, fue teniendo páginas.

¿Quieren verlas?

¡Ah!, deben preguntarle a Infame. O esperar a que les muestre alguna en algún futuro capítulo de esta hermosa "historia de la historia".

Sí; quiero ver lo que Infame posteó hoy sobre éste libro.-

martes, 16 de diciembre de 2008

Capítulo 4: La cruel espera.

Con el guión terminado, leído y releído me dispuse a escribirle un mail al editor Jorge Iván Argiz con un texto más o menos alegre y un adjunto en el que iba mi nueva obra.
Él, una vez aprobara lo escrito, se lo enviaría a Infame para que éste también lo lea y, si es del agrado de todos, ponerse a dibujar su increíble magia.
Al día siguiente reviso el mail y ¡había una respuesta del editor!
¿A ver?

Me lo imprimo, lo leo y mañana te digo cosas
¡tengo ganas de sumergirme en esta historia a ver que tal!
Suerte en el barrio nuevo.

Jorge.
¡Ay! Habrá que esperar...
esperar...
esperar........
esperar.................
esperar...........................
¿Cuánto es el tiempo que un autor puede esperar la respuesta de un editor sin caer en el patetismo de escribir un mail "para ver cómo va todo"? ¿Cuánto dura el "tiempo que se toma para estudiar la historia" y cuándo empieza el "no le gustó; seguro que no le gustó"?
Poco se ha escrito al respecto, y puedo asegurar que es uno de los momentos más tremendos en la vida de un autor.
Nunca le pregunté a un editor si disfrutan haciendo esto. Y si alguno me llega a responder que sí...
Fue en esas noches de desesperación (el verano aquí en Buenos Aires facilita esto), que escribí el siguiente mail:
Pero no me tenga así, señor!
Soy practicamente una colegiala en camisón...
Abrazos!
Como si aquello fuera poco, el silencio del otro lado del Atlántico continuaba imperturbable.
Estaba a punto de cortarme las venas con una cucharita de helado.
¿Qué demonios pasaba?

domingo, 14 de diciembre de 2008

Capítulo 3: Y del Género, ¿cómo andamos?

En general el asunto se da como sobreentendido: uno se sienta en la computadora y dice "voy a hacer una de terror" (o "de amor", o "para chicos", o lo que sea). Es que, la historia que se nos presenta en la cabeza ya tiene un género que la enmarca, y la mayoría de las veces vamos a él como quien va a los choris antes del asado.
Acá (me refiero a todo lo que está pasando en los capítulos anteriores de ésta "Bitácora de Realización"), se había dado todo al revés de como se venía dando en mis libros anteriores.
O sea; si en general yo tenía una historia que le mostraba a un dibujante que le gustaba y la dibujaba y le mostrabamos a un editor que le gustaba y la editaba, acá tenía un editor que quería publicar un libro con un dibujante maravilloso y una historia mía que nadie conocía —ni yo—.
Sé que suena rebuscado pero, resumiendo, lo que sucedió es que todo estaba sucediendo de una manera especial.
El género que englobe mi historia de sirenas (ver capítulo anterior en este blog) tenía que ser también especial.
Les voy a contar qué fue lo que pasó por mi cabeza a la hora de elegir el tono de la historia:
Venía —con Javier de Isusi— de escribir un guión bastante intelectual y "adulto" llamado Historias del Olvido. Por otro lado, junto a Omar Hechtenkopf veníamos publicando en Francia los primeros libros de King Cop (una "policial/de superhéroes"). Y, claro, seguía escribiendo cada vez que podía libros para chicos.
Entonces, de elegir, no elegiría ninguno de esos géneros.
Ahí me pregunté: ¿qué géneros me encantan y conozco sus secretos?
La respuesta fue "el terror", "la comedia", "la aventura" y algún otro.
A esos también los descarté. No quería hacer algo que pudiera hacer en otro momento. Se trataba de una oportunidad única que merecía un libro único.
En ese descarte, seguí hilando fino hasta que me hice la pregunta final: "¿de qué género nunca voy a escribir una historia?".
Western.
Por miles de motivos (porque no soy adepto, porque no están de moda, porque nadie publicaría un western...) jamás me sentaría a escribir una "de vaqueros". Como si fuese magia, tuve las cosas clarísimas. Todo. Lo que antes eran situaciones sueltas ahora estaban juntitas en un contexto de pistolas y tipos rudos.
Abrí un word y comencé a escribir.
A Corina la tenía desde el Amazonas (recuerden que el delfín que se convertía en mujer se llama tonina... no tuve que romperme demasiado la cabeza para buscar el nombre).
Ahora, simplemente, tenía un pistolero que se iba a enamorar de ella.

Corina y el Pistolero
Guión: Luciano Saracino.
Dibujos: Infame & Co.

Eso fue lo primero que escribí una tarde de febrero de 2008. Después seguí. Y no paré.
Dos semanas después tuve terminada una historia que me encantaba y que no les voy a contar acá porque el libro muy pronto estará en la calle.
Lo envié a Jorge Iván (aquel editor que escribió aquel mail que daría vida a todo esto) y comencé a esperar.
La historia de la historia, estaba apenas empezando.
Y yo que pensaba que los guionistas solo escribían guiones...

viernes, 12 de diciembre de 2008

Capítulo Dos: Buscar una buena historia

Estaba el dibujante. Estaba la editorial dispuesta a publicar aquello que hagamos.
Faltaba una historia.
Como ya anoté, ésta no debía ser una historia más. Tenía que tener la suficiente poesía como para que un dibujante de la sensibilidad de Infame pudiera sentirse cómodo en ella. Y también debía ser una historia que tuviera algo mío para que en el guión se note el placer de escribirlo.
Aquí viene un secreto de cómo nació la idea principal de Corina y el Pistolero —a publicarse por la editorial Dolmen en los primeros meses del 2009—.
Estaba en la selva del Amazonas. Año 2007. Recorría el río y los poblados invitado por el gobierno contando historias y hablando de los mitos de mi tierra. A cambio, los lugareños me contaban sus mitos. Un paraíso, o algo así.
En un pequeño poblado armaron una fiesta. Uno de los "capangas" del lugar se me acercó y me dijo: "gringo; acá podés tomar, bailar y divertirte todo lo que quieras, pero tené mucho cuidado con las toninas, que de ellas no hay retorno". Mi rostro, claro, expresó todo el desconcierto que un rostro pudiera expresar. Entonces el hombre continuó: "en esta parte del río las noches de fiesta algunas toninas —delfines de agua dulce— se convierten en mujeres hermosas y eligen a alguien para bailar. Luego, se lo llevan al fondo. Y nunca más se sabe nada de él".
Y no había nada en la mirada de ese hombre que me explicara que lo que me contaba no era cierto. Estaba, realmente, en un lugar donde los delfines se convierten en mujeres y cazan hombres.
Durante aquellos días de mail de editores y maravillas de dibujantes, me volvió aquella historia de las toninas del Amazonas y la historia apareció de golpe: un hombre que llega a un lugar a cumplir una misión pero, mientras la trama se desenvuelve, se enamora de quien no debe —¿o sí?—.
Amo la historia de Corina. Amo cómo quedaron las páginas que ilustró Infame.
Pero no nos adelantemos. Todavía faltaba mucho en este proceso de creación de un hermoso cómic.
Por ejemplo, el género.

¿En qué género inscribir una historia con sirenas delfines? ¿Infantil? ¿Terror? ¿Romántico?

Nada de eso... todo lo contrario...

jueves, 11 de diciembre de 2008

Capítulo Uno: Dos certezas y algunas cervezas más

Entonces, tenía dos certezas: la editorial Dolmen estaba interesada en publicar una historieta con guión mío (una) y el dibujante de dicha obra sería un tal Infame & Co (otra).
A Infame ya lo conocía. Javier de Isusi me había enviado hacía muchos años un librito llamado "Buenos Días Mr. Day / Buenas Noches Mr. Night" que uno podía leerlo del derecho y del revés y que era una verdadera maravilla. Además, en el primer número de la revista El Balanzín habíamos coincidido por primera vez (yo había escrito una historia ilustrada por Javi de Isusi en donde se contaba el "drama" de un fantasma enamoradizo e Infame se había despachado con una historieta de gatos pintores). Luego el mismísimo De Isusi lo había convocado para el seleccionado maravilloso del Historias del Olvido.
Debo reconocer que Infame y sus trazos me encantaban.
Ante las certezas señaladas, el paso a seguir era pensar una historia.
¿Qué escribir?
La primera claridad que tuve fue la desición de no centrarme en la historia sino en el tipo de dibujo que la dibujaría: debía escribir "para" los dibujos de Infame. No para mí ni para mis amigos ni para nadie más. Ni siquiera para Infame. Eran sus dibujos los que tenían que contar la historia. No el guión.
Suena raro, pero si pasan por su blog lo entenderán por completo. Los dibujos de Infame cuentan más que cualquier globito que pueda salir de sus bocas.
Hay poética en los trazos de Infame. Las miradas de sus mujeres tienen... ¡Pero claro!
Ahí se me hizo clara la salida del laberinto creativo en el que estaba metido: el libro debía contar una historia de mujeres.
Mujeres. Me encanta. Estaba claro el clima a seguir: bailes, miradas, amores y todo el dolor que rodea a los bailes, las miradas y los amores.
Lo más importante de todo ya estaba. Ahora solo faltaba una buena historia donde poner mujeres hermosas llenas de poesías en la mirada. Sabía que tenía adentro mío algo que podía caerle como dedillo a esta maravilla que estaba por nacer...

¿Pero dónde?
¿Cómo escribir una buena historia con mujeres hermosas y que además no se haya escrito ya millones de veces?

Tremendo dilema. En un rato veremos si pude salir de él o si la madeja de mis rulos me ahogó para siempre en mil preguntas.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Prólogo: un editor llamado Jorge Iván.

Bien. Vayamos directamente al inicio de todo esto.
Acababa de salir un hermosísimo libro llamado Historias del Olvido que tenía un guión escrito por la dupla Saracino-De Isusi y unas maravillosas ilustraciones realizadas por un equipo de ensueño. De ese equipo, yo (un argentino que soñaba con tener su novela gráfica editada) no conocía personalmente más que a un par y de otro par me consideraba (y me considero, gracias a esas cosas del destino) amigo/hermano.
Es por eso que a los que no conocía les comencé a escribir para felicitarlos. Realmente, el Historias del Olvido era un lujo, y quería compartir mi alegría con cada uno de los que participaron en semejante obra.
Comentarios en sus blogs. Comentarios en el mío. Y así.
Había uno de ellos, un tal Infame & Co (¿pero qué nombre es ése?), con el que comencé una rápida correspondencia llena de "ojalá volvamos a trabajar juntos" y "me encanta tu trabajo".
Por otro lado está el protagonista de todo esto: un tal Jorge Iván Argiz (editor del Historias del Olvido), que se dedicó a visitar sendos blogs.
Me imagino que, viendo los comentarios y las flores que hacíamos el uno (yo) del otro (Infame & Co.), se llevó la mano al mentón, dijo: "hummmm...", y me escribió el siguiente mail.

Hola Luciano:
Lo primeo decirte que en DOLMEN me aseguran que te enviaron hace ya más de semana y media tus ejemplares de HISTORIAS DEL OLVIDO, así que no dejes de avisar cuando lleguen ¿ok?
Lo segundo es que estoy encantado con Historias del Olvido, así como con las sinergias que noto fluir entre muchos de los que la hicistéis posibles. El caso es que, pese a que sé que estáis pensando en esas posibles secuelas, yo quería proponerte en paralelo hacer un cómic de entre 50-80 páginas con INFAME&CO.
Él estará ocupado hasta la primera semana de abril con un proyecto que lleva ya bastante avanzado para Astiberri y después ya estaría más que contento de poder comenzar con esta idea. ¿Cómo lo ves?
Historia, a poder ser, con principio y fin. Sin continuarás. No te digo más que estoy seguro que lo que puedas idear será estupendo.
¿Lo hacemos?
Un abrazo
JORGE

Si alguien me hubiese dicho, hacía solo un año, que un editor me enviaría un mail como éste, yo le habría pagado un trago por buen fabulador. Pero ahora sucedía: yo estaba frente al ordenador, leyendo el mail que ahora les muestro a ustedes, con una sonrisa de las que no salen en las películas y pensando a los gritos: ¡hacer un comic con Infame!
No hacía falta escribir una respuesta afirmativa al mail recibido: Jorge Iván ya sabía mi ilusión.
La pregunta que me quitó la sonrisa, entonces, fue:

¿De qué ponerme a escribir?

La respuesta irá apareciendo de a poco en los próximos post. No desesperen.

Bienvenidos!

Sras. Sres.:
es mi deber anunciarles que, desde hoy y hasta que lleguemos al final de un hermoso camino que venimos transitando junto al ilustrador español Infame & Co (¡ovación!), este blog se convertirá en una especie de "bitácora de realización".
El juego consistirá en lo siguiente: yo iré escribiendo lo más diariamente posible el proceso de creación del guión y lo que fue/va sucediendo ante las páginas que me envía Infame desde sus lejanas tierras. Para hacer de esto algo absolutamente original, en el blog de Infame (que pueden visitar pulsando aquí), él irá subiendo simultáneamente su proceso de creación desde el momento cero hasta cuando todo esto se termine.
­¡Así que a aprovechar!
Guionista y Dibujante contarán, de ahora en más y desde sus respectivos continentes, el backstage de la realización de una historieta llamada Corina y el Pistolero (próximamente en su comiquería —española— amiga).
A ver qué sale de este experimento.